El yugo de mis rebeliones está atado por su mano; se han unido, [y] suben sobre mi cuello; ha hecho caer mi fuerza, el Señor me ha entregado en [sus] manos, [de los cuales] ] No puedo levantarme.

(p) Mis pecados graves están continuamente ante sus ojos como el que ata algo a su mano como recordatorio.

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