Verdaderamente sois testigos de que permitís las obras de vuestros padres; porque a la verdad los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.

(k) Cuando persigues a los siervos de Dios como locos, como lo hicieron tus padres, aunque trates de cubrirlo con una pretensión de piedad, sin embargo, al embellecer los sepulcros de los profetas, ¿qué otra cosa estás haciendo sino glorificarte en tu la crueldad de su padre, y erigir monumentos (por así decirlo) en gloria y triunfo?

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