(2) Y él dijo: Un hombre tenía dos hijos:

(2) Los hombres al apartarse voluntariamente de Dios, habiéndose despojado de los beneficios que de él recibían, se arrojaron de cabeza a infinitas calamidades; pero Dios de su singular bondad, ofreciéndose gratuitamente a los que llamó al arrepentimiento, por medio de la la grandeza de su miseria con la que fueron humillados, no solo los recibe gentilmente, sino que también los enriquece con dones mucho mayores y los bendice con la mayor dicha.

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