Pero él, volviéndose, los reprendió y dijo: No sabéis de qué espíritu sois.

(n) Por eso los hebreos dicen, es decir, no sabes de qué voluntad, mente y consejo eres; así que los dones de Dios se llaman el espíritu porque son dados por el Espíritu de Dios, y así son las cosas que son contrariamente a ellos también se llama el espíritu, que procede del espíritu inicuo, como el espíritu de codicia, de orgullo y de locura.

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