Pero vosotros la habéis profanado, diciendo: (n) La mesa del SEÑOR está contaminada; y su fruto, [aun] su alimento, [es] despreciable.

(n) Tanto los sacerdotes como el pueblo se contagiaron de este error, de que no hicieron caso de lo que se les ofrecía, porque pensaban que Dios se contentaba tanto con lo flaco como con lo gordo. Pero mientras tanto, no mostraron la obediencia a Dios que él requería, y por eso cometieron impiedad, y también mostraron su desprecio por Dios y su codicia.

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