Y serán míos, dice el SEÑOR de los ejércitos, en el día en que fabrique mis joyas; y los perdonaré, como un hombre perdona a su propio hijo que le sirve.

(q) Cuando restaure mi Iglesia de acuerdo con mi promesa, serán mis propios bienes.

(r) Es decir, perdona sus pecados y gobierna con mi Espíritu.

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