El rey Salomón se hizo un carro de madera del Líbano. (10) Hizo sus columnas de plata, su base de oro, su cubierta de púrpura y su centro pavimentado con amor, para las hijas de Jerusalén.

No esforzaría las figuras que encontramos en esta Canción, más allá de lo que se supone que deben soportar; pero se puede suponer que tanto la cama como el carro de Salomón se refieren a la iglesia y al pueblo de Cristo. Descansa en su amor; y su carro de la salvación, en el que sale para la salvación de su pueblo, son todos los materiales más selectos. El hecho de estar empedrado de amor nos da plena autoridad para considerar el conjunto como una representación muy acabada de la infinita preciosidad de todo lo que aquí se pretende transmitir.

Algunos han pensado en el bosque del Líbano; se hace una alusión a la cruz de Cristo, para mostrar la durabilidad eterna del sacrificio que Cristo ofreció sobre ella. Se supone que el carro significa el pacto de gracia y el evangelio bendito en el que el Señor Jesús llega a los corazones de su pueblo. Pero cualquiera que sea el significado preciso del todo, evidentemente es obra de Cristo, y esto prueba claramente que toda la obra de redención, desde el principio hasta el fin, es del Señor. Él es el Alfa y el Omega. Él es el autor y consumador de la fe.

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