REFLEXIONES

Haz una pausa, alma mía, en este Capítulo, y contempla en él las evidencias de las tiernas misericordias del Señor sobre su pueblo. Aunque estaban en cautiverio y sufriendo justamente el castigo por sus pecados, sin embargo, el Señor los vigila para bien, y finalmente no desechará a su pueblo, a quien de antemano conoció. Por tanto, se les dirá lo que les sucederá después de su liberación de Babilonia. Se muestra que el gobierno persa, griego y romano están en sucesión entre sí, y todos para dar paso a Cristo.

Y sin duda, Aquel que hizo que el Profeta se familiarizara con los acontecimientos que iban a suceder, le dio también la seguridad de la redención de la Iglesia en Jesús, con todas las bendiciones que vendrían después, a causa de la venida de Cristo.

¡Lector! ¿Y no encontraremos tú y yo confianza en la totalidad de las promesas de Dios en Cristo, para seguir mirando hacia adelante, con la fe más placentera, por el cumplimiento de todo lo que queda por cumplir, en la persona, obra y justicia de Dios? nuestro Salvador? ¿Recibió Daniel así conocimiento de los acontecimientos por venir concernientes a la Iglesia? ¿Y los intereses de la Iglesia son ahora menos queridos por Cristo? ¿No hemos vivido para ver todas las cosas que se predijeron aquí? ¿Y no son todos estos tantos testimonios adicionales de la verdad, como lo es en Jesús? Dios te salve, Dios todopoderoso, bendito, da al escritor y al lector gracia para que esperen con plena certeza de fe todos los acontecimientos relacionados con tu segunda venida. Y ¡oh! concede, que esa fe, sea tan viva, en todos sus actos sobre ti,

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