Si ves la opresión de los pobres y la perversión violenta del juicio y la justicia en una provincia, no te maravilles de este asunto; porque el que es más alto que las alturas mira; y hay más alto que ellos. (9) Además, el provecho de la tierra es para todos: el rey mismo es servido en el campo. (10) El que ama la plata, no se saciará de plata; ni el que ama la abundancia con aumento: esto también es vanidad.

(11) Cuando aumentan los bienes, aumentan los que se los comen: ¿y de qué les sirve a sus dueños que no los contemplen con los ojos? (12) Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o poco; pero la abundancia del rico no le deja dormir. (13) Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol, a saber, las riquezas reservadas a sus dueños para su daño.

(14) Pero esas riquezas perecen por los dolores de parto; y engendra un hijo, y nada tiene en su mano. (15) Cuando salió del vientre de su madre, desnudo volverá para ir como vino, y nada tomará de su trabajo, que pueda llevarse en su mano. (16) Y también éste es un gran mal, que según vino, así vaya; ¿y de qué aprovechará el que trabaja para el viento? (17) Todos sus días también come en tinieblas, y tiene mucho dolor e ira con su enfermedad.

(18) He aquí lo que he visto: es bueno y agradable para uno comer y beber, y disfrutar del bien de todo su trabajo que lleva bajo el sol todos los días de su vida que Dios le da. porque es su porción. (19) También a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y riquezas, y le ha dado poder para comer de ellas, tomar su porción y regocijarse en su trabajo; este es el don de Dios. (20) Porque no se acordará mucho de los días de su vida; porque Dios le responde con el gozo de su corazón.

No interrumpo la lectura de estos versículos, porque una observación general pertenece a todos; y todo el propósito del Predicador a partir de ellos es imprimir aún más fuerte en la mente, el gran tema que tiene a la vista. En todo menos en Cristo, Salomón encuentra vanidad. Y si el Lector ha descubierto su designio en estos sermones contenidos en Eclesiastés, ya lo hemos revisado, o no; lo cierto es que el objetivo principal que se pretende desde el conjunto es conducir a algo más alto de lo que este mundo puede otorgar; y ese algo es Cristo.

Feliz será tanto para el escritor como para el lector, si de la lectura, como el mismo Salomón, llegamos a la misma conclusión, y en Jesús contemplamos dónde Dios el Padre ha centrado todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad. 2 Pedro 1:1 .

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