¡Lector! en el terrible carácter de Faraón, he aquí la terrible historia de cada transgresor empedernido; porque en todos los casos, más o menos, es lo mismo. Las aflicciones que no tienden por gracia divina a ablandar el corazón, sin gracia tenderán a endurecerse. ¡Y el hombre que no mejora con correcciones, como el faraón, empeora! Bien podemos clamar en esa oración de la iglesia; "De la dureza de corazón y el desprecio de tu palabra y mandamiento, ¡líbranos, buen Señor!

REFLEXIONES

Mi alma; Se lo encomiendo a usted a medida que valora el favor divino, haga una pausa en este capítulo y examine detenidamente la soberanía del Señor, su justicia para con sus enemigos y su gracia y misericordia para con su pueblo. Y aunque un sentido profundo del pecado impresiona la mente con la convicción de que toda la diferencia entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve, surge de la gracia divina, no del mérito humano; ¡Oh! que tales puntos de vista de la misericordia celestial puedan servir para agradar a Dios en su relación de pacto con el corazón; y dirija el alma a la participación y disfrute del amor del Padre, la gracia del Redentor y la misericordia incesante del Espíritu.

Aprende, alma mía, la vasta e infinita importancia de tener a tu Dios y Salvador como amigo en todo momento y en toda ocasión. Si instrumentos tan pequeños e insignificantes como ranas, moscas y alimañas pueden llegar a ser tan formidables para la angustia, cuando son comisionados por el poder divino; cuán necesario es vivir siempre bajo las sonrisas de su favor, el único que puede hacer que tus bendiciones se conviertan en verdaderas bendiciones; o puede en un momento convertir tu propia comida en veneno.

Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Si es nuestro enemigo, no importa quién es nuestro amigo. ¡Queridísimo y bendito Jesús! Tú, que eres la paz de tu pueblo, está en paz conmigo, y entonces todas tus criaturas estarán en paz conmigo también. Porque tú has dicho: En aquel día haré un pacto para ellos con las bestias del campo, y con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra.

Ningún arma forjada contra ti prosperará, y toda lengua que se levante contra ti en juicio tú condenarás. Esta es la heredad de los siervos del Señor, y su justicia viene de mí, dice el Señor.

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