Debería parecer por lo que se dice en esos versículos, que el Señor quiso que su siervo el Profeta debería ser capacitado por tales hechos presentados ante sus ojos, para decirle a los ancianos que estaban sentados ante él, en qué justicia se fundaron los castigos del Señor sobre Israel. Cuán tierna, pero cortante, es la protesta del Señor. Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen? ¿No fue suficiente para hacer partir al Señor, cuando tales dioses del muladar se levantaron contra él? pero, sin embargo, como si estas provocaciones no fueran suficientes, el Señor mostrará a Ezequiel más grande, o como podría traducirse, más abominaciones semejantes.

¡Lector! no pasemos por alto la nuestra en la historia de Israel. ¿Cuáles son las cámaras de imágenes en nuestros corazones, es la pregunta? ¡Señor! Yo diría con uno de los antiguos: Límpiame de mis faltas secretas. Salmo 19:12 .

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