Y el hombre entró en la casa, y desató sus camellos, y les dio paja y forraje para los camellos, y agua para lavar sus pies, y los pies de los hombres que estaban con él. Y le pusieron carne para comer; pero él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi misión. Y él dijo: Habla. Y él dijo: Soy siervo de Abraham. Y el SEÑOR ha bendecido grandemente a mi señor; y se engrandeció; y le dio ovejas, vacas, plata, oro, siervos, siervas, camellos y asnos.

Y Sara, la mujer de mi amo, dio a luz un hijo a mi amo cuando ella era vieja, y a él le dio todo lo que tiene. Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás mujer para mi hijo de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito; sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para casa de mi padre. mi hijo. Y dije a mi señor: Quizás la mujer no me seguirá.

Y me dijo: El SEÑOR, delante de quien voy, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre. Entonces quedarás libre de este mi juramento, cuando vengas a mi parentela; y si no te dan uno, quedarás libre de mi juramento. Y vine hoy al pozo, y dije: Oh SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, si ahora prosperas mi camino por el que voy: He aquí, estoy junto al pozo de agua; y sucederá que cuando salga la virgen a sacar agua, y yo le diga: Te ruego que me des un poco de agua de tu cántaro para beber; Y ella me dijo: Bebe tú, y yo también sacaré para tus camellos; sea ésta la mujer que el SEÑOR ha designado para el hijo de mi señor.

Y antes de que hubiera terminado de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca salió con su cántaro al hombro; y ella bajó al pozo y sacó agua; y yo le dije: Te ruego que me dejes beber. Y se apresuró a bajar el cántaro de su hombro, y dijo: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; y yo bebí, y ella dio de beber también a los camellos. Y le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: La hija de Betuel, hijo de Nacor, que le dio a luz Milca; y puse el pendiente en su rostro y los brazaletes en sus manos.

Y postré mi cabeza y adoré al SEÑOR, y bendije al SEÑOR Dios de mi señor Abraham, el cual me había guiado por el camino correcto para llevar a la hija del hermano de mi señor a su hijo. Y ahora, si queréis tratar con bondad y sinceridad a mi señor, dímelo; y si no, dímelo; para que me vuelva a la derecha oa la izquierda. Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová viene esto; no podemos hablarte ni malo ni bueno.

He aquí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como el SEÑOR ha dicho. Y sucedió que cuando el criado de Abraham escuchó sus palabras, adoró al SEÑOR, postrándose en tierra. Y sacó el criado alhajas de plata, y alhajas de oro, y vestidos, y se los dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.

Y comieron y bebieron, él y los hombres que con él estaban, y se quedaron toda la noche; y levantándose por la mañana, dijo: Envíame a mi señor. Y su hermano y su madre dijeron: Que la doncella se quede con nosotros unos días, al menos diez; después de eso ella irá. Y les dijo: No me estorben, porque el SEÑOR ha prosperado mi camino; despideme para que pueda ir a mi amo.

Y ellos dijeron: Llamaremos a la doncella y preguntaremos por su boca. Y llamaron a Rebeca y le dijeron: ¿Irás con este hombre? Y ella dijo, iré. Y enviaron a su hermana Rebeca, a su nodriza, al criado de Abraham y a sus hombres. Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Tú eres nuestra hermana, sé la madre de miles de millones, y deja que tu descendencia posea la puerta de los que los aborrecen.

Y se levantaron Rebeca y sus doncellas, y montaron en camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca y se fue. E Isaac vino del camino del pozo Lahairoi; porque habitaba en la tierra del sur. Y salió Isaac a meditar en el campo al atardecer; y alzando los ojos, vio, y he aquí que venían los camellos. Rebeca alzó los ojos y, al ver a Isaac, bajó del camello. Porque había dicho al siervo: ¿Quién es este que anda por el campo para recibirnos? Y el criado dijo: Es mi señor; por tanto, tomó un velo y se cubrió.

1 Corintios 11:5 . Algunos han pensado que esta incorporación de Rebeca a la tienda no es una semejanza inapropiada de la incorporación de los gentiles a la iglesia. Isaías 55:1 ; Romanos 11:11 .

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