Aquí está el Señor Jesús; teniendo la lengua de los eruditos, dando una palabra de consuelo al alma cansada y ejercitada. ¡Lector! Oren, observen cuán probable, sí, cuán apropiado es, que quien teme al Señor, ande todavía en tinieblas. Pero cuán bienaventurado es el caso de tal, que, por oscuro que sea su andar, Jesús está al final para aligerarlo, y mientras tanto será su luz y salvación. Salmo 27:1 .

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