REFLEXIONES

PONDRE bien, alma mía, con la lectura de este bendito Capítulo, esa fuente sagrada de toda tu felicidad, el amor eterno de Dios. Asegúrate de que de allí venga Jesús Mediador con toda su plenitud, y Dios tu Padre se convierta en el Dios de todas las familias de Israel. Y no dejes de conectarte con este punto de vista que transporta el alma, de que si eres de Cristo, entonces estás interesado en esta familia, siendo la simiente de Abraham y herederos según la promesa.

Y ¡oh! misericordioso Señor! haz como has dicho; Trae al Señor, tus hijos de lejos, y tus hijas de los confines de la tierra; tráelos del norte y del sur; que se abran los ojos de los ciegos y destapen los oídos de los sordos. Nada será impedimento en el camino de la salvación, cuando Jesús no da más que el poder; también vendrán las mujeres encinta, y la que dé a luz junta.

Y como verdaderos penitentes y santos dolientes, vendrán todos tus dispersos, porque los guiarás como has dicho; y su camino en Jesús será angosto, en el cual no tropezarán. No hay lamentación en Ramá; no se oirá ningún dolor por los niños en la iglesia de Jesús, porque el niño en Cristo morirá de cien años; mientras que el pecador de cien años fuera de Cristo, será maldito.

Precious Lord! all thy ransomed ones, when instructed and brought back, shall come like Ephraim; and our covenant God will be full of bowels of compassion to his poor long lost wanderers. In the incarnation and ministry of Jesus will be all joy; and as Jesus himself was in the morning of his resurrection, as one refreshed with sleep, so shall the triumph of his people be in him!

¿Traerá entonces el Señor a cada hijo suyo la promesa segura y cierta, y ahora, en los últimos días, cumplirá esa palabra de gracia, poniendo su ley en nuestra mente y escribiéndola en nuestro corazón? siendo nuestro Dios y haciéndonos su pueblo: para que de ahora en adelante ya no preguntemos ni digamos a los demás: Conoce al Señor; porque todos te conocerán desde el menor hasta el mayor? ¡Te admiramos, oh Señor, por este don inefable de la gloria de los últimos días! ¡Esperamos su cumplimiento seguro! Porque tan cierto como lo son las ordenanzas del día y de la noche en el propio mandato del Señor; tan igualmente seguros son los hijos de Cristo herederos de la promesa. Bendito Dios y Padre en Cristo Jesús; por tanto, sean todas tus promesas sí y amén en él. Amén.

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