Ruego al lector que preste especial atención a lo que el Señor dijo por su siervo el Profeta, en este último versículo, sobre la posibilidad de que asistieran. Como la fe viene por el oír, esta parece ser la gran entrada a la mente. Y aunque la palabra se escucha con poco propósito hasta que el Señor da la palabra; sin embargo, encontramos muchos casos bendecidos en los que el Señor ha bendecido la asistencia a los medios de gracia. Puede ser nuestra misericordia que nos encuentren esperando a las puertas de la sabiduría. Será nuestra condenación si no se nos encuentra.

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