Esta santificación de la gente significaba apartarse de todas las preocupaciones mundanas. Conviene y conviene apartarse de la comunión con los hombres para gozar de la comunión con Dios. Y cuando nuestro Dios esté a punto de venir de una manera más especial a bendecir a su pueblo, bien puede que se los encuentre esperando la llegada del Señor. Santiago 4:8 .

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