La sabiduría habito con la prudencia, y descubro el conocimiento de las invenciones ingeniosas. El temor de Jehová es aborrecer el mal: la soberbia y la soberbia, y el mal camino, y la boca perversa, aborrezco. Mío es el consejo y la sana sabiduría; yo soy entendido; Tengo fuerza.

Esta es una declaración breve pero muy completa de quién es Cristo y qué hay en él. Observe, no dice que sólo dará sabiduría, sino que él es la sabiduría misma. No declara que él, y solo él, imparte entendimiento, sino que él mismo es entendimiento. Hay mucho más en estas expresiones que simplemente hacer promesas sobre ellas. Porque si Jesús mismo es en abstracto estas cosas, entonces es innegable que ni la sabiduría ni el entendimiento pueden estar en otra parte, sino en Cristo.

Y debe seguir, además, que si Cristo es a la vez sabiduría y entendimiento, al poseerlo poseemos todo con él. ¡Oh! preciosa sabiduría! dame a conocerte, y así conocerte como para ser sensible a mi unión e interés contigo y en ti. Entonces entraré en una comprensión correcta de esas cosas excelentes del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu hacia los pobres pecadores, que tú has venido a proclamar y que en posesión asegura la felicidad eterna de tus redimidos, en el tiempo, y por toda la eternidad.

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