Después de la explicación que me esforcé muy humildemente en ofrecer en la primera parte, acerca de las diversas palabras allí utilizadas y que volvemos a encontrar aquí: sólo será necesario examinar los términos con referencia a estas devotas respiraciones, para ver su correspondencia. Y le pido al gran Maestro de su pueblo que le dé tanto al que escribe como al que lee, un entendimiento correcto en todas las cosas.

¡Bendito Señor! Yo diría para ambos, concédenos el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Él, para que nunca olvidemos tu palabra, pero podamos para siempre deleitar nuestras almas con la plenitud de Aquel que lo llena todo en todo.

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