En todos los sentidos, esta oración es sorprendente y hermosa en cualquier sentido que se considere; ya sea como oración de la iglesia para que el Señor descienda en el poder del Espíritu, para quebrantar a Satanás, y al pecado, y al mundo, bajo los pies de su pueblo; o como el anhelo ferviente y la esperanza de la iglesia, de la segunda venida del Señor Jesús, sin pecado, para salvación.

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