Lo que aquí se dice de la soberanía de Jehová, de sentarse en los cielos, de hablar en su ira, de reír y cosas por el estilo, tiene la intención de transmitir, mediante expresiones de esta naturaleza, que se adapta mejor a nuestra comprensión, cuán imposible es es para los impíos que se oponen a la santa voluntad de Dios, ya sea para escapar de su conocimiento, para contrarrestar sus designios o para evitar sus juicios. Dulce consideración al humilde creyente, tanto para apoyarlo en sus miedos, como si fuera pasado por alto y olvidado, cuando el enemigo parece triunfar; y darle la más firme confianza, que así como Jesús conoce todo su camino, así contempla todos sus conflictos con los enemigos de su salvación, y seguramente en su propio tiempo, que es siempre el mejor momento, lo librará de todos sus nubes.

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