El lector recordará que Jesús, en los días de su carne, recibió a los pecadores y comió con ellos. Pero luego debemos recordar también la causa y observar la diferencia aquí insinuada. Los médicos pueden entrar en habitaciones infectadas para administrar un remedio a los enfermos, pero esto de ninguna manera garantiza la seguridad de los demás.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad