Cuán deliciosamente termina el Salmo con esta resolución del alma. El poder de Dios, la misericordia de Dios, ambos forman parte del himno de alabanza: de hecho, todos los atributos de Jehová, llegan a ser temas de adoración, amor y alabanza; por cuanto en Cristo Jesús, y la salvación por él, todos han participado y se han manifestado ricamente. Y observe, a quién va dirigido el cántico: es a Jehová, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque todas las personas sagradas llegan a ser el objeto unido de alabanza, ya que todas las personas estaban interesadas y cooperaron en la redención de los pecadores. Y el Mediador, como Mediador, guía las almas de su pueblo en este himno, porque toda la iglesia es bendita en él; y para él, y por él, esa iglesia, así como todas las cosas, debe consistir.

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