REFLEXIONES.

¡Lector! Haz un breve repaso de las maravillas contenidas en este Capítulo, con las que el Profeta cierra esas ricas visiones de Dios. Observe bien los caracteres por los que aquí se habla del gran día de Dios. Vea, si la visita de gracia de nuestro Jesús, cuando en su encarnación él tabernáculo entre nosotros, puede suponerse que es lo único implícito en lo que aquí se dice. Es cierto que Zacarías entregó esta escritura bajo el espíritu de profecía, algo más de quinientos años antes de que el Señor Jesús viniera abiertamente, en sustancia de nuestra carne.

Y sin duda, esa venida sentó las bases de todas nuestras bendiciones en el tiempo y por toda la eternidad. Pero, cuando hemos considerado lo que aquí se dice, y hemos conectado el todo con las bendiciones, tanto de su primera como de su segunda venida; Debería parecer que aquí se han entregado muchas cosas benditas, que aún están por realizarse. ¡El Señor prepare tanto al escritor como al lector para este gran día de Dios! Y el Señor bendiga cada ministerio de sus siervos, tanto profetas como apóstoles, con este fin.

¡Adiós, Zacarías! Encontramos abundantes; Causa de alabar a nuestro Dios por haberte levantado en su Iglesia, para el bendito uso de dar a su Iglesia esta dulce porción de profecía. Pero, mientras le damos el debido honor al siervo, le daríamos toda la gloria al Señor. ¡Granizo! ¡Tú, glorioso Señor Jesús, Todopoderoso Profeta de tu pueblo! Condescendiente, gran Dios, por el ministerio de estos tus siervos, todavía para enseñar e instruir a tu Iglesia, hasta que llegue ese gran día del que aquí se habla, y tus pies estarán de nuevo sobre el monte de los Olivos; y hasta que se cumplan todos los grandes acontecimientos de tu reino de gracia, y tu reino de gloria llegue plenamente.

Entonces, oh Señor, todo el coro de ángeles clamará en voz alta, los cielos y todos los poderes en él. La buena comunión de los Profetas, Apóstoles y todos los hijos rescatados de Sion, en un himno de alabanza al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; ¡El Jehová de Israel da alabanza para siempre! Amén.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad