• Deuteronomio 26:5

    Entonces hablarás y dirás delante del SEÑOR tu Dios: ‘Un arameo errante fue mi padre. Él descendió a Egipto y vivió allí con unos pocos hombres, y allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa.

  • Deuteronomio 26:6

    Los egipcios nos maltrataron, nos afligieron e impusieron sobre nosotros dura esclavitud.

  • Deuteronomio 26:7

    Pero clamamos al SEÑOR, Dios de nuestros padres, y el SEÑOR escuchó nuestra voz. Vio nuestra aflicción, nuestro trabajo forzado y nuestra opresión,

  • Deuteronomio 26:8

    y el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano poderosa y brazo extendido, con gran terror, con señales y prodigios.

  • Deuteronomio 26:9

    Nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra: una tierra que fluye leche y miel.

  • Deuteronomio 26:10

    Y ahora, oh SEÑOR, he aquí traigo las primicias del fruto de la tierra que tú me has dado’. “Lo dejarás delante del SEÑOR tu Dios, y te postrarás delante del SEÑOR tu Dios.

  • Deuteronomio 26:11

    Entonces te regocijarás, tú con el levita y el forastero que esté en medio de ti, por todo el bien que el SEÑOR tu Dios te haya dado a ti y a tu casa.

Continúa después de la publicidad