• Deuteronomio 4:1

    “Ahora pues, oh Israel, escucha las leyes y decretos que yo les enseño que hagan, a fin de que vivan y entren a tomar posesión de la tierra que les da el SEÑOR, Dios de sus padres.

  • Deuteronomio 4:2

    No añadan a las palabras que yo les mando, ni quiten de ellas, de modo que guarden los mandamientos del SEÑOR su Dios, que yo les mando.

  • Deuteronomio 4:3

    Sus ojos han visto lo que el SEÑOR hizo con respecto al Baal de Peor, cómo su Dios destruyó de en medio de ustedes a todo hombre que fue tras el Baal de Peor.

  • Deuteronomio 4:4

    Pero ustedes, que fueron fieles al SEÑOR su Dios, todos están vivos hoy.

  • Deuteronomio 4:5

    “Miren, yo les he enseñado leyes y decretos, como el SEÑOR mi Dios me mandó, para que hagan así en medio de la tierra a la cual entrarán para tomar posesión de ella.

  • Deuteronomio 4:6

    Guárdenlos, pues, y pónganlos por obra, porque esto es su sabiduría y su inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales al oír de todas estas leyes dirán: ‘¡Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio y entendido!’.

  • Deuteronomio 4:7

    Porque, ¿qué nación hay tan grande, que tenga dioses tan cerca de ella, así como lo está el SEÑOR nuestro Dios cada vez que lo invocamos?

  • Deuteronomio 4:8

    ¿Qué nación hay tan grande que tenga leyes y decretos tan justos como toda esta ley que yo pongo hoy delante de ustedes?

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