• Deuteronomio 4:28

    Allí servirán a dioses de madera y de piedra, que no ven ni oyen ni comen ni huelen, hechos por manos de hombres.

  • Deuteronomio 4:29

    Pero cuando desde allí busques al SEÑOR tu Dios, lo hallarás, si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.

  • Deuteronomio 4:30

    En los postreros días, cuando estés en angustia y te sucedan todas estas cosas, volverás al SEÑOR tu Dios y obedecerás su voz.

  • Deuteronomio 4:31

    Porque el SEÑOR tu Dios es Dios misericordioso; no te abandonará ni te destruirá ni se olvidará del pacto que juró a tus padres.

  • Deuteronomio 4:32

    “Pues pregunta, por favor, a los días antiguos que te antecedieron, desde el día que Dios creó al hombre sobre la tierra, y desde un extremo del cielo hasta el otro, si se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o si se ha oído de otra como ella.

  • Deuteronomio 4:33

    ¿Existe otro pueblo que haya oído la voz de Dios hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y que haya seguido viviendo?

  • Deuteronomio 4:34

    ¿O algún dios ha intentado venir y tomar un pueblo para sí de en medio de otro pueblo, con pruebas, señales, prodigios, guerra, mano poderosa, brazo extendido y grandes terrores, como todo lo que hizo por ustedes el SEÑOR su Dios en Egipto, ante sus propios ojos?

  • Deuteronomio 4:35

    A ti se te ha mostrado esto para que sepas que el SEÑOR es Dios y que no hay otro aparte de él.

  • Deuteronomio 4:36

    Desde los cielos te hizo oír su voz para enseñarte, y sobre la tierra te mostró su gran fuego. Tú has oído sus palabras de en medio del fuego.

  • Deuteronomio 4:37

    Y por cuanto él amó a tus padres y escogió a sus descendientes después de ellos, te sacó de Egipto con su presencia, con su gran poder.

Continúa después de la publicidad