• Deuteronomio 8:2

    “Acuérdate de todo el camino por donde te ha conducido el SEÑOR tu Dios estos cuarenta años por el desierto, con el fin de humillarte y probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, y si guardarías sus mandamientos o no.

  • Deuteronomio 8:3

    “Él te humilló y te hizo sufrir hambre, pero te sustentó con maná, comida que tú no conocías ni tus padres habían conocido jamás. Lo hizo para enseñarte que no solo de pan vivirá el hombre, sino que el hombre vivirá de toda palabra que sale de la boca del SEÑOR.

  • Deuteronomio 8:4

    “Tu vestido nunca se ha envejecido sobre ti, ni tu pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.

  • Deuteronomio 8:5

    Reconoce, pues, en tu corazón, que como un hombre corrige a su hijo, así te corrige el SEÑOR tu Dios.

Continúa después de la publicidad