• Deuteronomio 9:26

    Oré al SEÑOR diciendo: Oh, SEÑOR Dios, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad que has rescatado por tu grandeza, al cual sacaste de Egipto con mano poderosa.

  • Deuteronomio 9:27

    Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob. No mires la dureza de este pueblo ni su impiedad ni su pecado.

  • Deuteronomio 9:28

    No sea que los de la tierra de donde nos sacaste digan: ‘Porque el SEÑOR no fue capaz de introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto’.

  • Deuteronomio 9:29

    Pero ellos son tu pueblo y tu heredad que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.

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