• Eclesiastés 11:1

    Echa tu pan sobre las aguas, porque después de muchos días lo volverás a encontrar.

  • Eclesiastés 11:2

    Reparte a siete, y también a ocho; porque no sabes qué mal vendrá sobre la tierra.

  • Eclesiastés 11:3

    Si las nubes se recargan de agua, derramarán lluvia sobre la tierra. Y si el árbol cae hacia el sur o hacia el norte, en el lugar donde caiga, allí quedará.

  • Eclesiastés 11:4

    El que observa el viento no sembrará, y el que se queda mirando las nubes no segará.

  • Eclesiastés 11:5

    Como tú no comprendes cómo entra el espíritu a los huesos en el vientre de la mujer encinta, así no comprenderás la obra de Dios quien hace todas las cosas.

  • Eclesiastés 11:6

    En la mañana siembra tu semilla y por la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál será mejor, si esto o lo otro, o si ambas cosas son igualmente buenas.

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