• Eclesiastés 12:9

    Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo. También sopesó, investigó y compuso muchos proverbios.

  • Eclesiastés 12:10

    El Predicador procuró hallar palabras agradables y escribir correctamente palabras de verdad.

  • Eclesiastés 12:11

    Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos hincados son las palabras que forman parte de una colección y que son expuestas por un Pastor.

  • Eclesiastés 12:12

    Además de esto, hijo mío, queda advertido: El hacer muchos libros es algo sin fin, y el mucho estudio fatiga el cuerpo.

  • Eclesiastés 12:13

    La conclusión de todo el discurso oído es esta: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, pues esto es el todo del hombre.

  • Eclesiastés 12:14

    Porque Dios traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea bueno o sea malo.

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