• Eclesiastés 2:22

    Porque, ¿qué logra el hombre de todo su duro trabajo y del conflicto de corazón con que se afana debajo del sol?

  • Eclesiastés 2:23

    Porque todos sus días no son sino dolores; y su tarea frustración. Ni aun de noche reposa su corazón. Esto también es vanidad.

  • Eclesiastés 2:24

    No hay, pues, mejor cosa para el hombre que comer y beber, y hacer que su alma vea lo bueno de su trabajo. Yo he visto que esto también proviene de la mano de Dios.

  • Eclesiastés 2:25

    Pues, ¿quién comerá y se regocijará separado de él?

  • Eclesiastés 2:26

    Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, conocimiento y alegría; pero al pecador le da la tarea de acumular y amontonar para que lo deje al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Continúa después de la publicidad