• Ester 4:4

    Las jóvenes de Ester y sus eunucos fueron y se lo contaron, y la reina se estremeció muchísimo. Ella envió ropa para vestir a Mardoqueo y quitarle de encima el cilicio; pero él no la aceptó.

  • Ester 4:5

    Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto al servicio de ella, y lo envió a Mardoqueo para saber qué sucedía y por qué.

  • Ester 4:6

    Hatac salió y fue a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad que estaba frente a la puerta real.

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