• Ezequiel 10:13

    A las ruedas, ante mis oídos, se les gritaba: “¡Rueda!”.

  • Ezequiel 10:14

    Cada uno tenía cuatro caras. La primera tenía cara de querubín; la segunda, cara de hombre; la tercera, cara de león; y la cuarta, cara de águila.

  • Ezequiel 10:15

    Luego los querubines se elevaron. Estos son los seres vivientes que vi junto al río Quebar.

  • Ezequiel 10:16

    Cuando los querubines se desplazaban, también se desplazaban las ruedas que estaban junto a ellos. Cuando los querubines levantaban sus alas para elevarse de la tierra, las ruedas no se separaban de ellos.

  • Ezequiel 10:17

    Cuando ellos se detenían, las ruedas también se detenían; y cuando se elevaban, estas se elevaban junto con ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.

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