• Ezequiel 10:4

    Entonces la gloria del SEÑOR se elevó de encima de los querubines, hacia el umbral del templo. Y el templo fue llenado por la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del SEÑOR.

  • Ezequiel 10:5

    El ruido de las alas de los querubines se escuchaba hasta el atrio exterior, como la voz del Dios Todopoderoso cuando habla.

  • Ezequiel 10:6

    Y aconteció que cuando mandó al hombre vestido de lino, diciendo: “Toma fuego de entre las ruedas de en medio de los querubines”, este entró y se puso de pie al lado de una rueda.

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