• Filipenses 3:3

    Porque nosotros somos la circuncisión: los que servimos a Dios en espíritu, los que nos gloriamos en Cristo Jesús y los que no confiamos en la carne.

  • Filipenses 3:4

    Aunque yo tengo de qué confiar también en la carne. Si alguno cree tener de qué confiar en la carne, yo más:

  • Filipenses 3:5

    circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;

  • Filipenses 3:6

    en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley, irreprensible.

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