• Génesis 27:21

    E Isaac dijo a Jacob: — Por favor, acércate y te palparé, hijo mío, a ver si tú eres mi hijo Esaú, o no.

  • Génesis 27:22

    Jacob se acercó a su padre Isaac, quien lo palpó y dijo: — La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú.

  • Génesis 27:23

    No lo pudo reconocer, porque sus manos parecían tan velludas como las manos de su hermano Esaú, y lo bendijo.

  • Génesis 27:24

    Le preguntó: — ¿Eres tú realmente mi hijo Esaú? Él respondió: — Sí, yo soy.

  • Génesis 27:25

    Le dijo: — Acércamela; comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga. Jacob se la acercó e Isaac comió. Le trajo también vino y bebió.

  • Génesis 27:26

    Entonces le dijo su padre Isaac: — Acércate, por favor, y bésame, hijo mío.

  • Génesis 27:27

    Él se acercó y lo besó. Y al percibir Isaac el olor de su ropa, lo bendijo diciendo: — He aquí, el olor de mi hijo es como el olor del campo que el SEÑOR ha bendecido.

  • Génesis 27:28

    Dios te dé del rocío del cielo y de lo más preciado de la tierra: trigo y vino en abundancia.

  • Génesis 27:29

    Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante ti. Sé señor de tus hermanos y póstrense ante ti los hijos de tu madre. Sean malditos los que te maldigan y benditos los que te bendigan.

Continúa después de la publicidad