• Génesis 37:18

    Cuando ellos lo vieron desde lejos, antes de que se acercara actuaron engañosamente contra él para matarlo.

  • Génesis 37:19

    Se dijeron el uno al otro: — ¡Ahí viene el de los sueños!

  • Génesis 37:20

    Ahora pues, vengan; matémoslo y echémoslo en una cisterna. Después diremos: “Alguna mala fiera lo devoró”. ¡Veamos en qué van a parar sus sueños!

  • Génesis 37:21

    Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos diciendo: — No le quitemos la vida.

  • Génesis 37:22

    — Y Rubén añadió — : No derramen sangre. Échenlo en esta cisterna que está en el desierto, pero no pongan la mano sobre él. Era para librarlo de sus manos a fin de hacerlo volver a su padre.

  • Génesis 37:23

    Sucedió que cuando José llegó hasta sus hermanos, ellos despojaron a José de su túnica, la túnica de diversos colores que llevaba puesta.

  • Génesis 37:24

    Lo tomaron y lo echaron en la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía, sin agua.

Continúa después de la publicidad