• Hechos 2:29

    »Hermanos, les puedo decir confiadamente que nuestro padre David murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy.

  • Hechos 2:30

    Siendo, pues, profeta y sabiendo que Dios le había jurado con juramento que se sentaría sobre su trono uno de su descendencia,

  • Hechos 2:31

    y viéndolo de antemano, habló de la resurrección de Cristo: que no fue abandonado en el Hades, ni su cuerpo vio corrupción.

  • Hechos 2:32

    ¡A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos!

  • Hechos 2:33

    »Así que, exaltado por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ustedes ven y oyen.

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