• Hechos 27:16

    Navegamos a sotavento de una pequeña isla que se llama Cauda, y apenas pudimos retener el esquife.

  • Hechos 27:17

    Y después de subirlo a bordo, se valían de refuerzos para ceñir la nave. Pero temiendo encallar en la Sirte, bajaron velas y se dejaban llevar así.

  • Hechos 27:18

    Al día siguiente, mientras éramos sacudidos por una furiosa tempestad, comenzaron a aligerar la carga;

  • Hechos 27:19

    y al tercer día, con sus propias manos arrojaron los aparejos del barco.

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