• Hechos 28:23

    Habiéndole fijado un día, en gran número vinieron a él a donde se alojaba. Desde la mañana hasta el atardecer, les exponía y les daba testimonio del reino de Dios, persuadiéndoles acerca de Jesús, partiendo de la Ley de Moisés y de los Profetas.

  • Hechos 28:24

    Algunos quedaban convencidos por lo que decía, pero otros no creían.

  • Hechos 28:25

    Como ellos no estaban de acuerdo entre sí, se iban cuando Pablo les dijo una última palabra: — Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a sus padres, diciendo:

  • Hechos 28:26

    Ve a este pueblo y diles: “De oído oirán y jamás entenderán; y viendo verán y nunca percibirán”.

  • Hechos 28:27

    Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con los oídos oyeron torpemente. Han cerrado sus ojos de manera que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni entiendan con el corazón, ni se conviertan. Y yo los sanaré.

  • Hechos 28:28

    Sepan, pues, que a los gentiles es anunciada esta salvación de Dios, y ellos oirán.

  • Hechos 28:29

    [4],

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