• Jeremias 32:6

    Jeremías dijo: Vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

  • Jeremias 32:7

    “He aquí que Hanameel, hijo de tu tío Salum, viene a ti para decir: ‘Compra mi campo que está en Anatot, porque tuyo es el derecho de redención para adquirirlo’”.

  • Jeremias 32:8

    Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío, al patio de la guardia, conforme a la palabra del SEÑOR, y me dijo: “Compra, por favor, mi campo que está en Anatot, en tierra de Benjamín; porque tuyo es el derecho de posesión, y a ti te corresponde la redención. Cómpralo para ti”. Entonces comprendí que había sido palabra del SEÑOR;

  • Jeremias 32:9

    y compré el campo de Hanameel, hijo de mi tío, el cual estaba en Anatot. Le pesé el dinero: ciento ochenta y siete gramos de plata.

  • Jeremias 32:10

    Luego escribí el documento y lo sellé. Convoqué a los testigos y pesé la plata en la balanza.

  • Jeremias 32:11

    Luego tomé el documento de la compra sellado, con las obligaciones y los términos, y la copia abierta.

  • Jeremias 32:12

    Entregué el documento de la compra a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, en presencia de Hanameel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que habían firmado el documento de la compra y en presencia de todos los judíos que permanecían en el patio de la guardia.

  • Jeremias 32:13

    Luego mandé a Baruc, en presencia de ellos, diciendo que

  • Jeremias 32:14

    así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: “Toma estos documentos (el documento de compra sellado y la copia abierta), y ponlos en una vasija de cerámica para que se conserven por mucho tiempo.

  • Jeremias 32:15

    Porque así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: ‘Todavía se comprarán casas, campos y viñas en esta tierra’”.

  • Jeremias 32:16

    Después que di el documento de compra a Baruc hijo de Nerías, oré al SEÑOR diciendo:

  • Jeremias 32:17

    “¡Oh SEÑOR Dios! He aquí que tú has hecho el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. Nada hay que sea difícil para ti.

  • Jeremias 32:18

    Tú haces misericordia a millares, pero retribuyes la maldad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos. ¡Oh Dios grande y poderoso, cuyo nombre es SEÑOR de los Ejércitos!

  • Jeremias 32:19

    Grande eres en designios y magnífico en hechos, pues tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos del hombre, para dar a cada uno según sus caminos y según el fruto de sus obras.

  • Jeremias 32:20

    Has hecho señales y prodigios en la tierra de Egipto, y hasta este día en Israel y entre todos los hombres. Así te has hecho de renombre, como en este día.

  • Jeremias 32:21

    Sacaste a tu pueblo Israel de la tierra de Egipto, con señales y prodigios, con mano poderosa, con brazo extendido y con gran terror.

  • Jeremias 32:22

    Y les diste esta tierra, de la cual juraste a sus padres que se la darías: una tierra que fluye leche y miel.

  • Jeremias 32:23

    Ellos entraron y tomaron posesión de ella; pero no escucharon tu voz ni anduvieron en tu ley ni hicieron nada de lo que les mandaste hacer. Por eso has hecho que les ocurriera todo este mal.

  • Jeremias 32:24

    “He aquí que los terraplenes ya han alcanzado hasta la ciudad para tomarla. La ciudad va a ser entregada en mano de los caldeos que combaten contra ella, a causa de la espada, del hambre y de la peste. Ha llegado a suceder lo que dijiste; y he aquí, tú lo estás viendo.

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