• Jeremias 40:1

    La palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo envió desde Ramá, cuando lo tomó, estando aprisionado con grilletes en medio de todos los cautivos de Jerusalén y de Judá que eran llevados cautivos a Babilonia.

  • Jeremias 40:2

    El capitán de la guardia tomó interés en Jeremías y le dijo: “El SEÑOR tu Dios pronunció este mal contra este lugar,

  • Jeremias 40:3

    y el SEÑOR lo ha traído y ha hecho según lo había dicho. Porque pecaron contra el SEÑOR y no escucharon su voz; por eso les ha venido esto.

  • Jeremias 40:4

    Ahora, he aquí yo te libero de los grilletes que tienes en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo cuidaré de ti. Pero si te parece mal venir conmigo a Babilonia, déjalo. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve adonde mejor y más conveniente te parezca”.

  • Jeremias 40:5

    Como aún no se volvía, le dijo: “Regresa a Gedalías hijo de Ajicam, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto a cargo de las ciudades de Judá. Habita con él en medio del pueblo, o ve adonde te parezca más conveniente”. El capitán de la guardia le dio provisiones y obsequios, y lo despidió.

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