• Jeremias 49:23

    En cuanto a Damasco: “Hamat y Arfad fueron avergonzadas, porque oyeron malas noticias. Se derritieron en un mar de ansiedad que no puede sosegarse.

  • Jeremias 49:24

    Damasco se debilitó, se volvió para huir, y el pánico se apoderó de ella. Angustia y dolores se apoderaron de ella, como de una mujer que da a luz.

  • Jeremias 49:25

    ¿Cómo es que no ha sido abandonada la gloriosa ciudad, la villa de mi regocijo?

  • Jeremias 49:26

    Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas; todos sus hombres de guerra serán silenciados en aquel día, dice el SEÑOR de los Ejércitos.

  • Jeremias 49:27

    Prenderé fuego al muro de Damasco, el cual devorará los palacios de Ben-hadad”.

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