• Joel 2:7

    Corren como valientes; como hombres de guerra escalan la muralla. Cada uno sigue su camino y no abandonan sus sendas.

  • Joel 2:8

    Ninguno tropieza con su compañero; cada uno va por su calzada. Aun cayendo a causa de la espada no rompen su formación

  • Joel 2:9

    en la ciudad. Van saltando por el muro, corren por las casas, suben por las ventanas y entran como ladrones.

  • Joel 2:10

    Delante de ellos tiembla la tierra y se estremecen los cielos. El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su fulgor.

  • Joel 2:11

    El SEÑOR da la voz delante de su ejército. Enorme es su campamento y poderoso es el que ejecuta su palabra. Grande y temible es el día del SEÑOR. ¿Quién lo podrá resistir?

  • Joel 2:12

    “Pero aun ahora”, dice el SEÑOR, “vuélvanse a mí con todo su corazón, con ayuno, llanto y lamento.

  • Joel 2:13

    Desgarren su corazón y no sus vestidos”. Vuelvan al SEÑOR, su Dios, porque él es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia y desiste del castigo.

  • Joel 2:14

    ¿Quién sabe si desiste, cambia de parecer y deja tras sí bendición, es decir, ofrenda vegetal y líquida para el SEÑOR su Dios?

  • Joel 2:15

    ¡Toquen la corneta en Sion; pregonen ayuno! ¡Convoquen a la asamblea!

  • Joel 2:16

    ¡Reúnan al pueblo; santifiquen la congregación; agrupen a los ancianos; reúnan a los pequeños y a los niños de pecho! ¡Salga el novio de su cámara nupcial y la novia de su dosel!

  • Joel 2:17

    Los sacerdotes que sirven al SEÑOR lloren entre el vestíbulo y el altar. Digan: “Perdona, oh SEÑOR, a mi pueblo. No entregues tu heredad a la afrenta para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: ‘¿Dónde está su Dios?’ ”.

  • Joel 2:18

    Entonces el SEÑOR tuvo celo por su tierra y se apiadó de su pueblo.

  • Joel 2:19

    El SEÑOR respondió a su pueblo diciendo: “He aquí, yo les envío granos, vino nuevo y aceite; y serán saciados. Nunca más los entregaré como afrenta en medio de las naciones.

  • Joel 2:20

    Yo haré que se aleje de ustedes lo que viene del norte. Lo arrojaré a tierra seca y desierta; su vanguardia hacia el mar oriental y su retaguardia hacia el mar occidental. Se levantará su hedor y subirá su putrefacción”. ¡Porque ha hecho grandes cosas!

  • Joel 2:21

    “¡Oh tierra, no temas! ¡Alégrate y regocíjate porque el SEÑOR ha hecho grandes cosas!

  • Joel 2:22

    No teman, animales del campo, porque los pastizales reverdecerán; porque los árboles llevarán su fruto; la higuera y la vid darán su riqueza.

  • Joel 2:23

    Ustedes también, oh hijos de Sion, alégrense y regocíjense en el SEÑOR su Dios, porque les ha dado la lluvia primera en su justa medida. También hará descender sobre ustedes la lluvia temprana y la tardía, como antes.

  • Joel 2:24

    Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite.

  • Joel 2:25

    Yo les restituiré los años que comieron la oruga, el pulgón, el saltón y la langosta; mi gran ejército que envié contra ustedes.

  • Joel 2:26

    Comerán hasta saciarse y alabarán el nombre del SEÑOR su Dios, quien ha hecho maravillas con ustedes. Y nunca más será avergonzado mi pueblo.

  • Joel 2:27

    Así sabrán que estoy en medio de Israel, que yo soy el SEÑOR su Dios y que no hay otro. Y nunca más será avergonzado mi pueblo.

  • Joel 2:28

    “Sucederá después de esto que derramaré mi Espíritu sobre todo mortal. Sus hijos y sus hijas profetizarán. Sus ancianos tendrán sueños; y sus jóvenes visiones.

  • Joel 2:29

    En aquellos días también derramaré mi Espíritu sobre los siervos y las siervas.

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