• Jonás 2:2

    Y dijo: “Desde mi angustia invoqué al SEÑOR y él me respondió. Clamé desde el vientre del Seol y tú escuchaste mi voz.

  • Jonás 2:3

    Me arrojaste a lo profundo, en el corazón de los mares y me rodeó la corriente: Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

  • Jonás 2:4

    Yo dije: Expulsado soy de delante de tus ojos; pero aún he de ver tu santo templo.

  • Jonás 2:5

    Las aguas me han envuelto hasta la garganta; me rodeó el abismo. Las algas se enredaron en mi cabeza.

  • Jonás 2:6

    Descendí a la base de las montañas. La tierra echó sus cerrojos tras de mí para siempre. Pero tú hiciste subir mi vida de la fosa, ¡oh SEÑOR Dios mío!

  • Jonás 2:7

    Cuando mi alma desfallecía dentro de mí me acordé del SEÑOR; y mi oración llegó hasta ti, a tu santo templo.

  • Jonás 2:8

    Los que veneran las vanidades ilusorias abandonan su lealtad.

  • Jonás 2:9

    Pero yo te ofreceré sacrificio con voz de alabanza. Lo que prometí haciendo votos lo cumpliré. ¡La salvación pertenece al SEÑOR!”.

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