• Juan 12:24

    De cierto, de cierto les digo que a menos que el grano de trigo caiga en la tierra y muera, queda solo, pero si muere lleva mucho fruto.

  • Juan 12:25

    El que ama su vida la pierde; pero el que odia su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

  • Juan 12:26

    Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estoy allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.

  • Juan 12:27

    »Ahora está turbada mi alma. ¿Qué diré: “Padre, sálvame de esta hora”? ¡Al contrario, para esto he llegado a esta hora!

  • Juan 12:28

    Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: “¡Ya lo he glorificado y lo glorificaré otra vez!”.

Continúa después de la publicidad