• Juan 12:3

    Entonces María, habiendo traído como medio litro de perfume de nardo puro de mucho valor, ungió los pies de Jesús y los limpió con sus cabellos. Y la casa se llenó con el olor del perfume.

  • Juan 12:4

    Pero uno de sus discípulos, Judas Iscariote, el que estaba por entregarle, dijo:

  • Juan 12:5

    — ¿Por qué no fue vendido este perfume por casi un año de salario y dado a los pobres?

  • Juan 12:6

    Pero dijo esto, no porque le importaban los pobres sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa a su cargo, sustraía de lo que se echaba en ella.

  • Juan 12:7

    Entonces Jesús dijo: — Déjala. Para el día de mi sepultura ha guardado esto.

  • Juan 12:8

    Porque a los pobres siempre los tienen con ustedes, pero a mí no siempre me tienen.

  • Juan 12:9

    Entonces mucha gente de los judíos se enteró de que él estaba allí y fueron, no solo por causa de Jesús sino también para ver a Lázaro a quien él había resucitado de entre los muertos.

  • Juan 12:10

    Pero los principales sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro

  • Juan 12:11

    porque, por causa de él, muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.

  • Juan 12:12

    Al día siguiente, cuando oyó que Jesús venía a Jerusalén, la gran multitud que había venido a la fiesta

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