• Juan 18:3

    Entonces Judas, tomando una compañía de soldados romanos y guardias de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con antorchas, lámparas y armas.

  • Juan 18:4

    Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de acontecer, se adelantó y les dijo: — ¿A quién buscan?

  • Juan 18:5

    Le contestaron: — A Jesús de Nazaret. Les dijo Jesús: — Yo Soy. Estaba también con ellos Judas, el que lo entregaba.

  • Juan 18:6

    Cuando les dijo, “Yo Soy”, volvieron atrás y cayeron a tierra.

  • Juan 18:7

    Les preguntó, pues, de nuevo: — ¿A quién buscan? Ellos dijeron: — A Jesús de Nazaret.

  • Juan 18:8

    Jesús respondió: — Les dije que Yo Soy. Pues si a mí me buscan, dejen ir a estos.

  • Juan 18:9

    Esto hizo para que se cumpliera la palabra que él dijo: “De los que me diste, ninguno de ellos perdí”.

  • Juan 18:10

    Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.

  • Juan 18:11

    Entonces Jesús dijo a Pedro: — Mete tu espada en la vaina. ¿No he de beber la copa que el Padre me ha dado?

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