• Juan 8:48

    Respondieron los judíos y le dijeron: — ¿No decimos bien nosotros que tú eres samaritano y que tienes demonio?

  • Juan 8:49

    Respondió Jesús: — Yo no tengo demonio. Más bien, honro a mi Padre; pero ustedes me deshonran.

  • Juan 8:50

    Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzga.

  • Juan 8:51

    De cierto, de cierto les digo que si alguno guarda mi palabra nunca verá la muerte para siempre.

  • Juan 8:52

    Entonces los judíos le dijeron: — ¡Ahora sabemos que tienes demonio! Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: “Si alguno guarda mi palabra nunca gustará muerte para siempre”.

  • Juan 8:53

    ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham quien murió, o los profetas quienes también murieron? ¿Quién pretendes ser?

  • Juan 8:54

    Respondió Jesús: — Si yo me glorifico a mí mismo mi gloria no es nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien ustedes dicen: “Es nuestro Dios”.

  • Juan 8:55

    Y ustedes no lo conocen. Pero yo sí lo conozco. Si digo que no lo conozco seré mentiroso como ustedes. Pero lo conozco y guardo su palabra.

  • Juan 8:56

    Abraham, el padre de ustedes, se regocijó de ver mi día. Él lo vio y se gozó.

  • Juan 8:57

    Entonces le dijeron los judíos: — Aún no tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?

  • Juan 8:58

    Les dijo Jesús: — De cierto, de cierto les digo que antes que Abraham existiera, Yo Soy.

  • Juan 8:59

    Entonces tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.

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