• Juan 9:6

    Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva y con el lodo untó los ojos del ciego.

  • Juan 9:7

    Y le dijo: — Ve, lávate en el estanque de Siloé (que significa enviado). Por tanto fue, se lavó y regresó viendo.

  • Juan 9:8

    Entonces los vecinos y los que antes lo habían visto que era mendigo decían: — ¿No es este el que se sentaba para mendigar?

  • Juan 9:9

    Unos decían: — Este es. Y otros: — No. Pero se parece a él. Él decía: — Yo soy.

  • Juan 9:10

    Entonces le decían: — ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?

  • Juan 9:11

    Él respondió: — El hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: “Ve a Siloé y lávate”. Entonces, cuando fui y me lavé, recibí la vista.

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